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Sernac - Servicio Nacional del Consumidor Gobierno de Chile

¿Por qué ahorramos en un Chanchito?


1er lugar. Premio: Tablet + RunPhone
Catalina Contreras, 18 años

¿POR QUÉ AHORRAMOS EN UN CHANCHITO?

Ahorramos en un chanchito o cerdito, porque ellos nos brindan comodidad, confianza, seguridad e incluso, nos invitan a realizar esta actividad.

Bien sabemos lo gorditos que son los chanchitos, pues están acostumbrados a comer bastante y les encanta llenar sus barriguitas; entonces, ¿por qué no imaginar que los alimentamos con nuestro dinero?

Sus pequeñas orejas son verdaderos sensores que detectan cualquier ruido sospechoso de algún visitante no deseado, lo que les permite alertarnos con su particular ¡oing, oing! del posible ataque que puedan estar por sufrir.

Posee cuatro cortas patas que están diseñadas exclusivamente para soportar su propio peso, y, aunque este sea mucho, puede contener heroicamente lo ahorrado; al mismo tiempo, ese diseño lo hace mantenerse inmóvil, así nosotros sabemos que nuestro dinero no irá a ninguna parte, incluso, aunque quisiera moverse, no iría muy lejos.

A primera vista, físicamente muestra una sencillez y calidez tan gratificante, que en ocasiones retiene nuestra mirada y sin darnos cuenta nos asalta el deseo de agarrarlo y darle una pequeña sacudida que nos informa que en su barriga tiene seguras y bien resguardadas esas pequeñas monedas que se convertirán en nuestro ahorro.

¡Vaya, qué seguridad y confianza nos puede transmitir! Este pequeño amigo se convierte en un gran guardián de nuestros dineros, en el pilar fundamental de nuestro crecimiento, en el símbolo de que nuestros sueños se pueden convertir en realidad.


2do & 3er lugar. Premio: Tablet.
Nayelli Sagredo, 12 años

¿Por qué ahorramos en un chanchito?

En Chile, hace muchos años atrás, se preguntaban por qué ahorramos en un chanchito.

Un niño llamado Cristóbal de ese país, se preguntaba a cada rato que veía un chanchito ¡¿por qué se ahorra en ese animal?!

Hasta que un día la mamá de Cristóbal le explicó: -hijo, ¿sabes por qué se ahorra en un chanchito?

- ¡No mamá no sé! – dijo el niño.

- Yo te voy a decir:

1. El chanchito tiene la guata más grande… mientras más grande más espacio.

2. Es más seguro el chanchito.

3. Si quieres sacarlo debes romper el chanchito.

4. De a poquito a poquito se va llenando más rápido.

Bueno hijo ¿entiendes?- preguntó con curiosidad la mamá.

- Si, pero ¿por qué en el supermercado el 10 sale ese chanchito?

Te voy a contar una historia de por qué las alcancías tienen forma de chanchito: El chanchito es sinónimo de prosperidad. Hace 1 año en Valparaíso ese chanchito era el más grande y adentro de su guata, al ser gigante, ahí tu puedes echar muchas monedas y no se llena tan rápido así que mientras vas echando de apoco o de muchas se va llenando y más rápido juntas y ahorras más.

¡Ya mamá, ya entendí! - dijo el niño emocionado.

- Ahora hijo, te voy a comprar ese chanchito para que tú juntes tus monedas ¡y te compres todas las cosas que quieras! - Cristóbal se acercó a su mamá y dijo - Ya mamá vamos

Al fin el niño tiene su alcancía y se queda feliz.

Francisco Sánchez, 17 años

Alfarero:

Él era un hombre famélico, con dos hijas que alimentar y una mujer encinta que lo esperaban con hambre y frío en las afueras de algún monasterio. Estaba gritando a todo pulmón el precio de sus creaciones. Vasijas, platos y jarrones perfectamente moldeados, cuya elegante textura deleitaba al tacto con su simpleza. Eran objetos que servían tanto de uso diario como de decoración. Sin embargo el pueblo llano no sabía apreciar su arte, o simplemente no podía costearlo. Los grandes señores nunca advertirán su existencia y la burguesía enviaba a cualquier niño ignorante a comprar cuando les hacía falta.

Con ese pensamiento, el alfarero empezó a sentirse triste, creyendo que no tiene habilidad. Piensa que sus pequeñas creaciones estarán eternamente en exhibición, esperando a ser compradas mientras las grietas se manifiestan en las comisuras y el clima daña la greda. Al oscurecer, pierde la esperanza y comienza a guardar los distintos artefactos rudimentarios. De pronto, un hombre viejo pasa cerca de su puesto, con un cerdo bien cebado amarrado a un cáñamo que sostiene firmemente. El animal huele la greda y comienza a desesperarse, obligando al dueño a acercarse al puesto que estaba en proceso de desmantelamiento.

-Dios me guarde, ¿Qué tiene ahí que vuelve tan loco al cerdo?

-Alfarería- Responde el mercader con desinterés.

-¿Cuál es el precio? Necesito que el animal se tranquilice.

De pronto, los ojos del alfarero se iluminaron. Sin duda era un noble por sus caras vestimentas. Solo necesitaba vender una pieza para alimentar a su familia.

-Estás de suerte- El anciano sacó una pequeña bolsa de cuero que colgaba de su cinturón y sacó dos monedas con el rostro del Rey Juan I. Se las entregó a cambio de una vasija que escogió con desinterés y se marchó. No sin antes poner el objeto en el hocico de la pequeña bestia rosada.

Aquella noche al alfarero se le ocurrió una gran idea. El cerdo, además de salvarlo, representaba un excelente trueque económico. Vender uno de esos animales daría estabilidad para un invierno completo. En la mañana amasó un buen pedazo de barro y, una vez moldeado lo secó y esmaltó para finalmente cocerlo. Se trataba de un cerdo. El interior era hueco y servía para ahorrar.

Estaría vendiendo un objeto para que las personas ahorraran, estimulando el cuidado del dinero. Por más que alimentaran al cerdo con monedas, no lo llenarían jamás; puede que por su voluminoso torso, o por la ambición ¿Podría un alfarero incrustar en el barro un trastorno tan intenso como la ambición? Su invento en cuestión sería fabricado para ganar dinero. ¿Por qué vendería algo que servía para ahorrar? Era completamente contradictorio.

Al día siguiente llevó varios ejemplares y se vendieron como pan caliente. La idea se globalizó y el porcino se convirtió en un icono. Pero las personas jamás entendieron que la razón de su creación provino de haber salido de una mismísima crisis económica.


4to - 10mo lugar. Premio: RunPhones.
Karla Méndez, 12 años

Por qué ahorramos en un chanchito y no en otro animal es una pregunta que nos podemos hacer muchos, pero otros quizás no tengan ni el mínimo interés del porqué de esto. Para muchas personas el cerdo o el chancho puede significar buena suerte económica, riqueza, bienestar económico o simplemente como adorno hogareño. Sea la razón que sea podemos decir que este animal ha marcado la vida de muchos en forma positiva y negativa. En tiempos antiguos, niños y jóvenes, cuando recibían su primera alcancía en forma de cerdo o chancho, se sentían honrados, afortunados y a la moda de tenerlo, ya que en él podían guardar el dinero que conseguían con abuelos, tíos o trabajando por ahí. La tradición de regalar la primera alcancía a esa persona querida sigue día a día gracias a todos los creyentes de la tradición. Las primeras alcancías creadas no tenían abertura y la única manera de obtener el dinero era rompiéndolas. Eran construidas de greda, cerámica y otros materiales firmes. Los niños los usaban para guardar los regalos en dinero que les daban los adultos. Algunos adultos las utilizan como símbolo que ahí guardarán el dinero para lograr su sueño, que puede estar cerca o lejos de cumplirse. Ahora en tiempos modernos algunos niños guardan el dinero para los obsequios que les dan a sus familias o para juguetes. Lo que muchos sabemos es que la mayoría de las personas cree en estas alcancías y depositan su confianza y dinero para que ellos sean los protectores del dinero que les ayudara a cumplir sus metas y un sueño que les otorgará felicidad. En mi opinión los chanchitos son un buen regalo para quien más apreciamos y admiramos, no solo las palabras sirven para demostrar lo que sentimos también debemos utilizar los gestos como regalar un alcancía de chanchito para lograr una meta.

Edison Vasquez, 13 años

Una familia con un sueño.

En un campo donde la falta de recursos naturales y económicos era muy difícil de conseguir en ese lugar estaba ubicada una familia muy humilde, en esa familia estaba el papá Matías, la mamá Fernanda y el hijo Jack, ellos ahorraban mucho en su chanchito de greda para poder conseguir su viaje a el sur ya que a toda la familia le gustaba mucho salir de viaje pero debido a su falta de dinero no podían viajar mucho.

Al cabo del tiempo la familia junto su plata para poder viajar a el sur y Jack estaba muy feliz de poder salir con la mejor compañía que puede tener que sería la familia los papás para romper el chanchito le dijeron a Jack que lo hiciera y afín tenían su viaje para el 30 de febrero del año 1999, junto a su familia.

Desde ese día la familia estaba mucho más alegre porque su viaje que tanto querían al sur donde conocieron muchos lugares y se educaron mucho más sobre la cultura de nuestro país, todo fue gracias a su chanchito

Que les sirvió para juntar toda su plata que al fin del año juntaron más plata en el chanchito y como ya habían viajado al sur el próximo año decidieron viajar al norte e invitar a más personas para pasarlo aún mejor entre más personas y así tras generaciones el chanchito se hizo famoso por ser una buena forma de ahorrar plata para tus mayores sueños.

Daniela Molina, 13 años

¿Por qué ahorramos en un chanchito?

Muchos dan teorías para explicar por qué ahorramos en un chanchito, pero tengan por seguro que es todas ellas son erróneas, ahora conocerán la verdadera razón por la que se usa la representación de un chanchito para guardar el dinero que te gustaría ahorrar.

Hace siglos atrás, cuando no existían celulares ni televisión, lo más normal en esos tiempos era divertirse con los animales que tuviera al alcance. Todos elegían jugar al “agarra al chancho”, era el juego favorito de los pueblos en esos momentos, lo único malo es que para jugar había que pagar una cantidad de dinero que en esos tiempos para la gente de los pueblos era casi imposible de conseguir. Un día todos los niños del pueblo “alegre” y uno de ellos tenía un chancho que ofreció para que él junto a todos los niños del pasaje pudieran jugar, lo malo era que no podía hacerse el juego tradicional porque no tenían lo necesario para completar el juego, así que al ver que no podían jugar todos los niños entraron a sus casas. El dueño del chancho, Luis se quedó solo con el animal en su casa ya que su mamá estaba trabajando al igual que su papá y hermanos. Él no tenía ninguna entretención más que el cerdito, pero luego de un rato al chancho le dio hambre y Luis no tenía nada para alimentarlo, lo único que tenía era una moneda de $10 pesos, prosiguió a dárselo al cerdito solo para ver si se la comía o no, lo cómico fue que sí se la comió y no hizo ningún tipo de gestos ni nada. Luis se sorprendió por su reacción y fue corriendo al cuarto de su mamá para buscar más monedas, así se entretuvo toda la tarde dándole monedas al cerdito. Al pasar las horas llegó la noche, Luis al pasar casi un día entero junto al cerdito se encariñó con él y lo dejó dormir con él pero a eso de las 3 de la mañana sintió un raro ruido y una luz saliendo del lugar donde estaba acostado el cerdito, él no le tomó mucha importancia y siguió durmiendo a la mañana siguiente fue a ver a aquel cerdito que le había tomado tanto cariño pero al verlo se sorprendió el cerdito estaba convertido en yeso con un extraño orificio en la parte de su lomo y al tomarlo sintió un peso enorme lo agitó y sonaba como si tuviera una fortuna dentro de él, prosiguió a mirar por dentro del chanchito y vio mucho dinero dentro, corrió a contarle a su mamá y ella, sorprendida, prosiguió a hacer más cerditos como ese para venderlo al comercio ya que era una estupenda artesana.

Así que ya sabes, no te dejes engañar por las falsas historias que siempre está inventando la gente para explicar el origen de algo o alguien.

Catalina Álvarez, 16 años

No se por qué razón pero todos nos comemos a los chanchitos. Que para el dieciocho, que en en las celebraciones, en un asado, etc. A veces es excesivo, son seres vivos que sienten al fin y al cabo.

Lamentablemente muchos son maltratados y no viven una vida digna; otros disfrutan sus días en el campo con otros animales y mueren sin sufrir, lo he visto directamente. De igual forma ellos no nos atacan y si se crían con amor son una ternura. Hay infinidad de ejemplos de cerditos felices y contentos que aparecen en películas, y otros más de casos reales que viven como mascotas.

El tener alcancías en forma de chanchitos, ¿por qué tiene relación?. Yo se que es para darle tributo a cada animalito que dio su vida para que otro lo disfrute y siga la cadena alimenticia. Un gran sacrifico merece una recompensa, son ""mini monumentos""; para estos rosados animales que si no fuera por las alcancías, muchos ignorarían por completo.

Además, que hay alcancias de arcilla preciosas que aportan arte a algún rincón de la casa, y por sobre todo que en la güatita del chanchito caben millones de pesos que se pueden ahorrar, para quizá así pensarlo dos veces y mejor comprar verduras.

Daniela Pizarro, 12 años

El gran aporte

¿Por qué ahorramos en un chanchito? La mayoría de nosotros cuando pequeños hemos tenido un chanchito en el que guardamos nuestro dinero hasta llenarlo e incluso lo hemos roto cuando ya no queda espacio para almacenar más, comprándonos cosas de nuestro gusto. En relación a todo lo mencionado les contaré una anécdota que me sucedió hace algunos años.

Todo comenzó cuando tenía tres años, ya lo sé, ustedes se estarán preguntando ¿Y cómo se acuerda aún? Eso es porque me lo contaron mis padres. Un día mi madre llegó del trabajo muy emocionada, se veía radiante, le brillaban sus ojos y le pregunté ¿Qué te sucedió mami? Te ves muy feliz, mi madre respondió: te traje una sorpresa, un regalo muy especial, algo con lo que has soñado desde hace mucho tiempo. En fin la anhelada sorpresa era la alcancía en forma de chanchito, cuando vi el obsequio me sentí muy dichosa, todo mi mundo se pintó de color de rosa, estaba tan emocionada, al fin tenía un lugar seguro donde guardar mi dinero, ya que mi prima siempre que venía a casa me sacaba mis ahorros, buscaba y buscaba hasta que los encontraba, por esta razón soñaba con mi cerdito, convertido en mi superhéroe que protegería mis riquezas de mi prima villana.

A los días después le conté a mi madre porque deseaba tanto tener una alcancía para proteger mi plata, ella me ayudó a depositar en la alcancía hasta llenarla por completo. Saben lo que hice con el dinero que junté? primero le compré un regalo de agradecimiento a mi madre por su apoyo, luego doné el dinero a la fundación de niños UNPADE, por lo que me sentí muy feliz, puesto que había ayudado a quienes lo necesitaban.

Juan Ramírez, 14 años

Érase una vez en un lugar muy lejano, un talentoso artesano y granjero.

Este hombre creaba preciosas esculturas y jarrones. También poseía gallinas, caballos, ganado, corderos, cerditos, entre otros animalitos.

Este hombre además era papá, y se percataba que sus hijos no ahorraban dinero, en vez de eso, lo gastaban en dulces, pastillas o juguetes, por lo que se le ocurrió crear una imitación de cerámica de un animal de la granja, esta imitación debía ser hueca para que por un orificio entraran las monedas, y así se almacenaran en su interior.

Primero hizo un caballo, pero no funcionó, la forma de este no servía, era muy delgado y alargado, luego hizo una gallina de cerámica, pero ocurrió lo mismo, entonces intentó copiar la forma de todos los animales y ganado, pero solo con uno logró lo quería, el cerdito, porque este era gordito y redondito, por lo que entraban muchas monedas y billetes.

Así que les regaló un cerdito a sus dos hijos y les enseño que cada moneda que tuvieran, la guardaran para cuando fuera necesario, se utilizara con sabiduría.

Entonces en la feria del pueblo este artesano y granjero vendió varias alcancías cerdito, por supuesto a la gente le encantó, y así su invento se propagó por todo el mundo, llegando a todos los niños para que aprendiesen a ahorrar.

María Jesús Carrasco, 12 años

La familia Montes tenía variados animales; vacas, toros, gallinas, gallos, pollos, patos, perros, gatos y un cerdo llamado Lucindo. Muchos de sus vecinos admiraban su crianza, destacando su belleza y lo bien portados que eran. - ¡Qué bella vaca! ¡Qué hermosas gallinas! - ¡Qué perros más caseros! Y así sucesivamente, recibían halagos a excepción del chanchito, quien era criticado constantemente por ser considerado desagradable a la vista.

Una noche, la familia Montes sufrió el robo de la mayoría de sus animales, excepto el de Lucindo. Cuando se percataron de la situación, decidieron esconder el dinero en efectivo que poseían, bajo un tablero en donde dormía el cerdito, por si los delincuentes regresaban. Y así fue, al día siguiente y a plena luz, los asaltantes ingresaron al hogar y decidieron robar. Recorrieron toda la casa en busca de dinero, pero no lo encontraron, acudieron al patio y divisaron al chanchito bebiendo agua y comiendo cáscaras de manzanas. - ¡Qué animal más feo y sucio! – exclamaron. Pero éste los ignoró y siguió con su bocado.

La familia Montes, al percatarse del segundo robo, se dirigieron hacia el lugar en donde habían dejado su dinero y se dieron cuenta de que no había sido encontrado. Observaron y se encontraron a Lucindo durmiendo plácidamente. Tras esto, divisaron a nuevos ladrones y decidieron esconderse para verles el rostro. – ¡Que cerdo más horrendo y hediondo! ¡No quedan animales bellos en este lugar! Exclamaron los desarmados y continuaron su diálogo reclamando que no tendrían contacto con el animal con el cual se habían encontrado.

Fue así, como la familia valoró que Lucindo no fuera tan agraciado como sus antiguos animales, ya que gracias a eso, se mantenía aún con ellos y de paso, sin darse cuenta, protegía el dinero que les quedaba. Desde ese día, le construyeron una especie de rancho al animalito y éste disfrutó del lugar para él solito. Tomaron greda y confeccionaron muchos chanchitos, los cuales sirvieron de alcancía y fueron guardando todos sus ahorros, para que todo aquel que se atreviera a ingresar a su hogar, no robara.

Desde ese día, la familia Montes obsequia chanchitos de greda a sus vecinos, les cuentan la historia de Lucindo, que si bien no era agraciado de manera física, era un héroe protector, de esos reales y la forma de la alcancía, responde a su valentía y sencillez.